Por Elena de Vera Núñez (*)
Hace 150 años, en una plaza de La Laguna (Tenerife), abría un local de sombrerería. La llamaron Víctor Núñez, como su fundador, Víctor Núñez Alonso, mi tatarabuelo. Comenzaba así la historia digamos ‘pública’ -‘de cara al público’- de mi familia, siempre inquieta, siempre ligada, de una manera u otra, a aquel negocio.
Yo me crié entre sombreros, cajas de zapatos, un patio y una escalera de tea. Siempre vi la empresa como una prolongación de la vida familiar. Por eso, supongo que era lógico que acabara formando parte de ella.
Pero siempre existió un mundo más allá. Mi bisabuelo, Víctor Núñez Fuentes, además, fue enólogo, creando una de las bodegas más importantes de Tenerife. Mi abuelo, Víctor Núñez Izquierdo, pintor, convirtiéndose en fundador de uno de los movimientos de vanguardia clave en la historia del arte en Canarias. Ambos, además, incansables promotores de la vida cultural en la ciudad. Esa inquietud, ese ir más allá del negocio familiar, supongo que también la heredé yo y ha acabado llevándome a esta aventura que es Elektra Prendas, cuyos tocados quizá -si me paro a pensarlo un poco-, no están tan alejados de aquellos sombreros con los que empezó todo.
Somos una empresa de 150 años, con sus altibajos, como todas. Pero lo más importante es que somos una empresa familiar, que luchamos todos los días por seguir siéndolo, por mantenernos al día, por diferenciarnos, por ofrecer siempre cosas nuevas con el trato de siempre.
Muchísimas felicidades y que sean, al menos, 150 más, que las nuevas generaciones sigan teniendo a Víctor Núñez en su entorno más cercano y que ellas también puedan criarse entre sombreros y cajas de zapatos, que puedan jugar en el patio y en la escalera de tea, que puedan crecer con la familia siempre como referente.
(*) Elena de Vera Núñez es el alma máter de Elektra Prendas y la quinta generación de la empresa tinerfeña Víctor Núñez, calzado y complementos (C/ Herradores, 74, La Laguna).
ELEKTRA PRENDAS 